Me gusta hacer que los platos sencillos y familiares para la familia sean más interesantes e incluso más sabrosos.
Por ejemplo, chuletas rellenas de queso.
- pollo o cerdo picado (carne, cebolla, un bollo empapado en leche, un huevo, un poco de mayonesa, sal y pimienta).
- queso rallado mezclado con mantequilla y perejil seco
- pan rallado
- aceite de girasol para freír
Con las manos mojadas (para no espolvorear), se cogen pequeñas porciones de carne picada, se pasa el queso por ellas, se rebozan en pan rallado y se ponen en una sartén previamente sazonada. Freír a temperatura media.
El queso y la mantequilla se funden, llenando la carne de una jugosidad increíble, y el pan rallado no suelta esta jugosidad. ¡Buen provecho!